Lo aseguraron desde la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura. La medida de fuerza hizo caer el precio de la merluza y demora los embarques hacia el exterior.
La Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura (CAABPA) estimó que el paro nacional de 24 horas, impulsado por la CTA y Camioneros contra las políticas del Gobierno, genera pérdidas en el sector pesquero de Mar del Plata por más de 45 millones de pesos, además de serios problemas en la logística.
La cifra se explica por varias razones. En principio, la medida de fuerza hizo caer el precio de la merluza. Sólo en los últimos días, el valor que reciben los armadores por la primera venta de la especie retrocedió 7 pesos. Esto fue como consecuencia de las dificultas para transportar la mercadería que ya preveían los compradores.
“Entre el viernes 26 y el lunes 29 ingresaron al puerto de Mar del Plata unos 19 buques fresqueros que desembarcaron más de 80 mil cajones de merluza y especies varias. Por una lógica cuestión de desinterés por cargar ese pescado por parte de las plantas de procesamiento, el armador tuvo una perdida directa de unos 18 millones de pesos”, explicó el presidente de CAABPA, Diego García Luchetti.
A esos valores deben sumarse las pérdidas del propio sector procesador, el cual debe reprogramar su esquema de elaboración para evitar mermas en la calidad y/o el desperdicio de mercadería fresca. Paralelamente, se caen operaciones de venta al interior, producto de la incertidumbre logística que genera el paro. Las dificultades suman otros 20 millones de pesos que deja de percibir la actividad.
“Estamos frente a un paro sin sentido que sólo perjudica a empresas y trabajadores. La materia prima que traen los buques fresqueros, acondicionada con hielo, debe ser procesada, elaborada, clasificada e industrializada en forma inmediata. El tiempo juega en contra y ocasiona daños económicos severos”, insistió García Luchetti.
Por otra parte, la huelga demora los embarques de pescados y mariscos hacia el exterior. El retraso implica mayores gastos en depósitos, enchufes para sostener la cadena de frío y demoras en la entrega final de los productos. En este segmento son pérdidas añadidas que resultan difícil de cuantificar.
Asimismo, los talleres navales, que emplean a más de 900 obreros, dejan de facturar servicios por unos 8 millones pesos. Se trata de establecimientos que realizan tareas de mantenimiento ligadas a la flota que permanecen inactivos, pues las intervenciones que demandan más dos días no se pueden iniciar.
“Sin dudas, hay cientos de tareas y derrames de esta industria que verán disminuidos sus ingresos por la inactividad. El paro cuesta dinero y siempre lo pagan quienes día a día se esfuerzan por producir y trabajar”, concluyó García Luchetti.